Tomar el sol progresivamente
Es recomendable limitar el tiempo de exposición al sol. Lo ideal es tomar 15 minutos el primer día y luego ir aumentando poco a poco el tiempo de los "baños de sol".De nada sirve tomar el sol de una vez, ya que solo se conseguirá que el color desaparezca más rápidamente y agredir la piel, produciendo lesiones como quemaduras o manchas.
No hay que olvidar extender la crema por todo el cuerpo, impregnando zonas como los pies, orejas o escote, zonas que usualmente no se les suele prestar atención.
Alimentos bronceadores
Hay algunos alimentos como la zanahoria, melocotón, papaya o calabaza, que debido a su alto contenido en vitamina A y betacaroteno ayudan a la piel a mantener su color dorado.Alternando la ingesta de estos alimentos con las exposiciones al sol, se logrará un bronceado más duradero y uniforme, contribuyendo a su vez, a un mayor cuidado de la piel.
Errores comunes al tomar el sol
- Tomar el sol mojado. El agua atrae los rayos de sol más perjudiciales, convirtiendo las gotas de agua en una especie de "lupa", haciendo la piel más proclive a quemaduras.
- No usar crema cuando hay viento. El viento deshidrata la piel, lo que se traduce en arrugas y agrietamiento de la dermis.
- No usar gafas ni sombrero. El sol tiene un efecto nocivo en los ojos y en la delicada piel que rodea el contorno de ojos, envejeciéndola y provocando lesiones oculares. El cabello también "sufre" los efectos nocivos del sol, resecándolo y apelmazándolo. Por lo que es recomendable hacer uso de ambos, para evitar estos problemas.
Es conocida su ayuda en la producción de vitamina D y sus efectos beneficiosos en el sistema endocrino y en la absorción de calcio a través de los huesos.
Si se siguen estas recomendaciones, se conseguirá un efecto positivo en la salud, a la vez que un bronceado perfecto.
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