Es indiscutible que un buen bronceado favorece a cualquier persona, aportándonos un aire más juvenil y sano mientras hace que, casi milagrosamente, cualquier prenda de ropa que nos pongamos nos siente mejor que nunca.
Además, el aspecto favorecedor de un bronceado nos hace sentir mejor con Nosotras mismas y, consecuentemente, es el responsable de que seamos un poco más felices.
Conseguir el bronceado perfecto no es tarea fácil, especialmente cuando se tiene una piel más bien pálida. Muchas personas se queman e inevitablemente sufren diferentes eczemas e irritaciones en su piel que posteriormente se transforma en una especie de descamación que radicalmente acaba con cualquier esperanza de bronceado.
Otras personas son un poco más afortunadas y pueden presumir de tener una piel mucho más resistente al sol la cual les ayuda a la hora de conseguir el objetivo de broncearse. Sin embargo, aunque desde fuera no se note, una piel oscura también sufre con los dañinos rayos de sol. Tanto en unos casos como en otros se han de seguir varios pasos básicos a la hora de exponernos al sol si deseamos conseguir el bronceado perfecto.
1. Antes de pisar la playa o la piscina para disfrutar de nuestras vacaciones, es aconsejable someterse a un tratamiento de peeling corporal que nos "barra" las células muertas y deje la piel limpia y preparada para recibir el bronceado.
2. Tener paciencia es indispensable a la hora de broncearnos. Para que un bronceado quede más uniforme y dure más tiempo, lo ideal es ir ganándolo poco a poco. Por lo tanto, tirarse al sol como un lagarto está lejos de ser recomendable, en vez de ello disfrute de pequeños paseos que le permitan broncearse de manera más uniforme.
3. Evita las horas de máxima exposición solar. Las horas entre el mediodía y las cuatro de la tarde son las horas de mayor exposición solar y deberían evitarse a toda costa. Durante estas horas, más que broncearse nuestra piel se puede quemar mientras aumenta la posibilidad de que aparezcan manchas y arrugas.
4. Usa siempre un protector solar adecuado a su tono de piel. Los expertos aconsejan no utilizar un protector solar por debajo de 20+ incluso si se tiene la piel oscura.
5. Aplícate el protector cada vez que se bañe aunque éste sea resistente al agua. También es aconsejable aplicar un poco de protector cada cierto tiempo, ya que, la piel lo va absorbiendo y por lo tanto queda más expuesta a los rayos del sol.
6. Nunca tomes el sol con la piel mojada. Las pequeñas gotas de agua pueden actuar como una lupa produciendo pequeñas quemaduras en la piel.
7. Hidrátate bien. Asegúrese de beber mucho líquido mientras toma el sol, especialmente agua sin gas. Una piel bien hidratada, mantendrá el bronceado durante más tiempo.
8. Recuerda tener la cabeza siempre cubierta para evitar un golpe de calor.
Siguiendo estos sencillos consejos logrará un bronceado gradual y natural mientras evita las quemaduras y demás daños cutáneos provocados por el sol.
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